martes, 21 de septiembre de 2010

Cuando la palabra esconde

OPINION
mujer es...
Por Samara Del Toro

"Usted no puede graduarse", ¿porque? pregunto la joven, "Porque los estatutos lo impiden, ahí dice ALUMNOS, y no ALUMNAS"… Aunque este dialogo parece sacado de una película de ficción, o una broma, fue real o por lo menos algo muy parecido fue lo que le dijeron a quien habría de convertiste en la primera Medica Cirujana de México.

Ante esa negativa, Matilde Montoya Lafragua, le escribió una carta al entonces Presidente de la República Mexicana, el Gral. Porfirio Díaz, explicando lo sucedido (era la segunda vez que ocurría algo así, ya que lo mismo le dijeron en la escuela de San IIdelfonso cuando intento cursar las materias que no le hacían validas en la la Escuela Nacional de Medicina y por segunda vez el mandatario respondió, envío una petición a la Cámara de Diputados para que se actualizaran los estatutos de dicha institución para permitir la graduación de mujeres, y emitió un decreto para que se aplicara a Matilde su examen profesional, sin mas pretextos ni trabas que imponerle, Matilde aprobó el examen teórico y practico por unanimidad por lo que en el mes de agosto de 1887 se gradúo como Medica Cirujana convirtiendose en pionera en un campo -hasta entonces- exclusivo para varones.

Imagino que después de que se ordenó por mandato presidencial que se respetara el derecho de las mujeres a estudiar y ejercer su profesion-que en ese entonces luchaban por salir adelante y abrirse paso en un mundo donde se les consideraba intrusas-, se decidió acatar la disposición, pero eso si, sin nombrarlas, por eso se siguió escribiendo y diciendo "alumnos", las mujeres debían imaginarse que en esa palabra también se les incluía a ellas, era una forma de no perder la batalla para quienes creían que las mujeres no estaban hechas para estudiar, sino para trabajar en su casa y atender al marido.

Hoy a más de un siglo de distancia, aun hay quienes piensan que hablar en masculino no importa, que decir "alumnos" en lugar de "alumnas" no representa nada y que el esfuerzo de muchas personas por introducir la "a" donde tradicionalmente se pone una "o" es simple capricho, pero la historia y el ejemplo de grandiosas mujeres nos demuestran lo contrario, Matilde Montoya hizo su parte, ahora nos toca hacer lo nuestro, hombres y mujeres podemos contribuir a crear una cultura de equidad, cambiar ideologías heredadas de una cultura dominante donde la mujer no tenia voz, remplazar palabras que invisibilizan a la población femenina, y sobretodo luchar por que el género no sea motivo de discriminación en ningún ámbito ni en el hogar ni en el trabajo y mucho menos en la escuela, donde la niñez y juventud puede potenciar sus talentos. A nosotros nos toca actuar y sembrar en nuestras hijas e hijos esta nueva cultura, donde todos y todas contamos.

¡Que pasen una excelente semana!

samaradeltoro@hotmail.com

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