viernes, 17 de mayo de 2013

Belén Rosales Puente, una luchadora social

Por: Samara del Toro 

H. Matamoros, Tam.- "Yo no sé lo que sigue, pero sé quién soy", es la frase con la cual se identifica Belén Rosales Puente, precandidata a la diputación local en Tamaulipas por parte del Partido Acción Nacional -PAN- quien se define como una mujer de trabajo, que sabe escuchar a la gente y dispuesta a trabajar por el bien común. 

Vestida con una blusa azul, color emblemático de su partido político, comienza a fluir la conversación a través de la cual nos permite conocer más de su vida y sus metas. 

Hija del matrimonio integrado por José Rosales y María Prisca Puente, vivió su infancia en la colonia Popular "ahí estuve hasta los 10 años, después nos fuimos a la colonia Lauro Villar", recuerda Belén. 

Sin embargo cuando su padre es elegido presidente de la colonia Benito Juárez, nuevamente se cambian de domicilio, "nos fuimos para apoyarlo, antes vivíamos en un lugar con los servicios básicos como agua y luz ¡pero en la Juárez no había ni llaves publicas!", exclama al recordar los inicios en el sitio que hasta la fecha es su hogar . 

"Empezamos con una casa de madera, baño de pozo y esperando que pasara la pipa para el agua", agrega sonriendo, finalmente cuando se logró la introducción de la red de agua potable, lo celebraron con una guerra de globos con agua. 

"Me considero como todos los ciudadanos de Matamoros, hechos del trabajo del esfuerzo y pues humildemente en una colonia popular que es la Juárez he sido muy feliz desde hace 20 años", indica. 

Su fuerza, la familia 
"Tengo dos hermanas Sandra Rosales e Idalia Margarita quien ya fue regidora y es un gran ejemplo de honestidad, y mi hermano Juan Rosales quien es muy especial para mí porque tiene una discapacidad física, de niño le dio meningitis, no caminaba pero gracias a Dios y a una organización social encabezada por Dorita Guzmán que ayudó para que mi hermano fuera operado en Houston, Texas, él ya camina, tengo una sobrina se llama María Fernanda tiene 2 años y es la alegría de la casa", comenta al tiempo que se ilumina su rostro al mencionar a su sobrina. 

Entre sus pasatiempos está el asistir al gimnasio, caminar, y jugar con sus sobrinos compartiendo momentos en el brincolín o jugando lotería con su familia los domingos. 

Sus estudios los realizó en escuelas como la primaria Policarpo Posadas Dimas, la secundaria Adolfo López Mateos, y el bachillerato en el CBTIS 135 de esta ciudad, para posteriormente ingresar a la Universidad de Matamoros, donde estudió la carrera de licenciada en derecho. 

"Estudie y trabaje para pagar mi carrera y apoyar a mi papá, yo le pedí la oportunidad de trabajar, porque el trabajo te dignifica y te ayuda que valores el estudio", agrega Belén Rosales. 

Su vocación por el derecho, nació a raíz de ver como su padre era detenido por apoyar a unas personas que estaban iniciando la colonia Solidaridad y Cecilia Occelli y que fueron despojados por un expresidente municipal, de lo cual recuerda el "abuso de la fuerza", por lo que decidió estudiar esa carrera y ayudar a las personas que fueran víctimas de alguna injusticia. 

Ya como abogada trabajó en el Juzgado Primero Menor, y entre otros cargos fue defensora de oficio, acerca de las satisfacciones que su labor profesional le han dejado está el poder mostrar a las personas que acudían decepcionadas o molestas por el trato recibido por otros funcionarios públicos, que también hay gente comprometida con su trabajo y dispuestos a ayudarlos, "estar en el juzgado me ayudó a crecer como persona, ser tolerante ponerme en ellos zapatos de las personas para darles un buen servicio". 

Belén es una mujer segura de sí misma, dispuesta a trabajar por sus objetivos, sin embargo reconoce que su temor es que ella o su familia lleguen a padecer alguna enfermedad que le impida seguir luchando por lo que considera el bien común. "he visto situaciones muy tristes de personas enfermas y el que mi familia llegue a padecer algo de esto me da un miedo tremendo". 

Regidora comprometida con la gente 
Su militancia y trabajo partidista la llevó a ser regidora en la administración 2008-2010 donde se mostró como una funcionaria aguerrida, al respecto reconoce que desde el primer día que tomó protesta como parte del cabildo y juró hacer cumplir la constitución y las leyes que de ella emanen, adquirió el compromiso como abogada y servidora pública de hacer las cosas bien.

Sobre su experiencia admite "se cometieron errores, no digo que no, uno de ellos fue aprobar proyectos como el del asta bandera, me arrepiento de haber votado a favor, me reivindique al no aprobar la cuenta del ejercicio fiscal de ese año", (dicha obra desató polémica por su costo de 6 millones de pesos). 

Sin embargo, agrega que supo cumplir como regidora vigilando el correcto funcionamiento de sus comisiones, en la gestoría social, así como en exigir y reclamar transparencia, por lo que considera que fue una regidora multifuncional y responsable. 

Pero su carácter e intervenciones en cabildo solicitando transparencia o señalando errores no siempre fueron bien vistos por sus compañeros, por lo que incluso llegó a sentir rechazo, a pesar de todo continuó trabajando como creyó correcto, haciendo encuestas y preguntando a la población sobre los proyectos que se sometían a votación ya que sostiene que esa es la función de un regidor, representar a la ciudadanía. 

Su sentir lo externó en la última sesión de cabildo "dejamos una ciudad abandonada en todos los servicios públicos, con niños a los que se les engaño, se les dio una tarjeta para que cobraran su beca que nunca llegó y digo desafortunadamente porque me hubiera gustado estar en una administración que cumpliera a los ciudadanos", señala. 

Su papel en la política 
"Me defino como una persona terca con las cosas que creo son lo mejor para los ciudadanos, no me doy por vencida tan fácilmente soy como un toro de lidia mientras más me embisten más ataco en favor de los que más necesitan, -pero- a pesar de ser terca también escucho y cuando alguien me presenta argumentos los acepto y reconozco cuando me equivoco", afirma la entrevistada. 

Al cuestionarle sobre la característica que debe tener quien se dedique al servicio público, destaca que se debe saber escuchar "a veces los servidores públicos no dejan ni hablar a las personas". 

Sobre el papel de la mujer en la política considera que pueden lograr todo lo que se propongan, "no estoy de acuerdo en la cuota de género, no creo en eso, creo en la capacidad de las personas, no soy muy feminista en ese sentido yo quisiera que todas las mujeres nos diéramos cuenta de que tenemos mucha capacidad y las posiciones se dieran por eso y no por cuota", apunta la precandidata. 

Acepta que la política la ha hecho renunciar a muchas cosas como momentos de familia o con sus amistades. 

"Mi meta como funcionaria publica, como persona, hija o tía, es ser una persona con resultados positivos, soy una persona con mucha fe, cada cosa que hago siempre se la dedico a Dios porque sé que él me da la fortaleza, mi meta es cumplir día a día con las expectativas que me pongo como persona", señala con seguridad. 

Antes de terminar la entrevista, le pedimos una frase que la identifique "Yo no sé lo que sigue, pero sé quién soy", puntualiza Belén Rosales Puente.

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