viernes, 12 de abril de 2013

“DESDE LA RED” De Mujeres Periodistas de Matamoros. Marzo Mes de la Mujer, pero también el marco para reflexionar sobre la protección a otros grupos llamados vulnerables.

Por: Mónica Cecilia Robles González 

La semana pasada, se conmemoró una fecha sumamente importante no solo para las mujeres, sino para la sociedad entera, ya que en los actos de discriminación no solo se ven afectados aquellos grupos a los que va dirigido tan vil acción, sino que, por ende nos afecta a todos. Y al igual que se discrimina por género, también existe la discriminación por edad, religión, raza, ideología, etc. 

Y es tal la discriminación hacia la mujer a nivel mundial –no solo en los países en vías de desarrollo- que la Organización de Naciones Unidad tomó la iniciativa de declarar el 8 de marzo de cada año como el Día Internacional de la Mujer. 

En un principio, la necesidad sobre la equidad de género se enfocó en el ámbito laboral- misma jornada laboral, mismo salario, derechos de maternidad, etc.-. Pero en la actualidad, tal acontecimiento (8 de marzo) ha dado un giro de 180 grados y se ha centrado en la violencia de género, ya que las cifras han alcanzado niveles verdaderamente dramáticos por este rubro. 

Casos como el de la India, de una joven brutalmente violada y asesinada; otros casos recientes en África, Medio Oriente y en Latinoamérica, dejan de manifiesto que es necesario cambiar la conciencia sobre la protección hacia la integridad del género femenino. 

En cuanto al ámbito laboral, no es menor la situación, los derechos de la mujer aún y cuando en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es clara las situaciones de legalidad que ofrecen a la mujeres, sobretodo cuando se embarazada o en periodo de lactancia; ya en la práctica la situación es totalmente distinta, o simplemente la discriminación por ser mujer la deja fuera de las oportunidades laborales. 

Es precisamente en el “trabajo informal”, donde el mayor porcentaje lo practican precisamente las mujeres en México, y eso significa la carencia de beneficios médicos, entre otros. 

Otro rubro en el que hay que trabajar es en la discriminación por la edad, ya sean menores o adultos mayores; y, aunque en este caso, se segrega a ambos géneros por igual, existe en ciertos ámbitos la doble discriminación (por edad y por género). 

Tal es el caso de la explotación sexual y laboral en menores de edad, especialmente en las niñas; un grave problema en nuestro país que, incluso en la legislación no se dan la suficiente garantía de su seguridad. 

La vejez es otro “problema” al que se enfrentan los mexicanos, especialmente las mujeres, al no contar con medios para mantenerse ni la posibilidad de una vida digna hasta el final de los días. 

La cultura de nuestro país, es defender la “edad productiva”; y sobretodo al “género productivo” el que no tendría problema de cuidar a los hijos por mencionar un ejemplo. 

La cultura del cuidado de nuestros menores y de nuestros ancianos y ancianas, pero además de nuestras mujeres; en un país debe ser primordial, especialmente en una sociedad que se jacte de ser “civilizada”. 

Pero no solo se trata de civilidad; los problemas sociales que derivan del maltrato a ciertos sectores de la sociedad, a los que se podrían llamar “vulnerables”, puede resultar un boomerang y regresar aún con mayor fuerza y destrucción hacia la sociedad, el darle la espalda a estos grupos, es dar la espalda a nosotros mismos, y derivar en problemas que rebasarían a la misma sociedad. 

El tomar conciencia sobre los sectores de la población que deben ser objeto de atención, en este caso las mujeres, es imperante para el desarrollo de una sociedad. 

Agradecemos sus comentarios: red_de_periodistas@hotmail.com

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