Por: Vicky Castillo
Conmemorar hoy una fecha tan extraordinaria, significa un trascendental acontecimiento histórico, social, cultural y político en México. Para llegar a los antecedentes que conocemos actualmente, de la lucha que se ha originado por la Equidad de Género y el respeto hacia la mujer. Es importante remontarnos a hechos pasado, para poder entender mejor esta fecha.
¿Por que hoy se celebra con orgullo el día de la mujer? Fue en 1977, cuando la Organización de las Naciones Unidas estableció el 8 de marzo como fecha para celebrar y reconocer a la mujer y su participación en la vida laboral y pública a nivel mundial. Este fue un logro muy significativo para todas aquellas mujeres que luchan día a día por la libertad de expresión y el trato justo para ellas.
A partir de este movimiento las mujeres empiezan a tomar conciencia de que si el hombre ha obtenido logros, en gran parte se debe a su compañera, ya que es ella la que ha estado a su lado: guerrero, poeta, científico, deportista. Dándole ánimos y defendiendo sus ideales. Si bien recuerdo, la mujer ha sido la inspiradora de varias obras de arte, creadas por hombres que la toman como modelo para escribir poemas y canciones que los han llevado al triunfo.
Existen en el mundo muchas mujeres y claro también hombres que se han sumado a la lucha de este que antes era tan inalcanzable sueño que hoy en día es toda una realidad, la libertad de la mujer.
Un claro ejemplo de ello fue la sufragista alemana Clara Zetkin, la que impulsó todo este movimiento hace 94 años, ella pertenecía a movimientos socialistas y buscaba honrar con la fecha un acontecimiento trágico sucedido al otro lado del mundo, en Nueva York, cuando unos años antes, en 1909, murieron quemadas un 8 de marzo, 129 obreras en la Cotton Textile Factory, una fábrica textil donde manufacturaban camisas, al impedirles los dueños la salida cuando se incendió el galerón donde trabajaban.
Los patrones encerraban bajo llave a las trabajadoras, inmigrantes judías e irlandesas, para que no se unieran a los movimientos sindicales que pedían un salario mejor, un trato más digno y el voto para las mujeres.
México se sumó de manera temprana al movimiento feminista. En 1935 el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, incorporó la fecha del 8 de marzo al santoral cívico. Más tarde, el Distrito Federal sería sede de la primera Conferencia Internacional de Mujeres en 1975. A partir de entonces crecieron en número las organizaciones femeniles dedicadas a causas específicas como, por ejemplo, el dar apoyo a familiares de desaparecidas en Ciudad Juárez, a mujeres inmigrantes y mujeres violadas.
Dentro de los avances que vale la pena destacar: en México, por ejemplo, la población femenina representa el 50% de la matrícula en educación superior, lo cual significa que las familias están apostando a invertir en la formación de sus hijas.
La creencia de personas que fueron educadas en las épocas donde lo que inculcaban, mamá y papá a sus hijos e hijas. Era que el hombre es el jefe de la casa y la mujer es la encargada de la educación y el cuidado de sus descendientes y del hogar. Eso ya ha quedado atrás. La mujer de hoy busca oportunidades de crecimiento y de preparaciones. En la actualidad, en la ciudad de México, las mujeres dominan los micronegocios. De acuerdo con una encuesta elaborada por la Cámara de Comercio, el 58% de los pequeños negocios, son iniciados o dirigidos por una mujer.
En la misma ciudad hay en el gobierno 163, 965 empleados de base, de los cuales 50,792 son del sexo femenino.
Aún existen prejuicios respecto a este tema. Para muchos, una mujer con habilidades significa competencia. Y lo que la mayoría de las damas han logrado no han sido concesiones ni espacios gratuitos, lo que ellas han logrado ha sido con trabajo y mucho esfuerzo.
No solo hoy, respetes a una mujer, si no también todos los días del año. Admírala, cuídala, protégela, apláudele la labor y lucha que han dado las mujeres para introducirse en el mundo laboral, político, social y económico. Para conservar lugares y escalar en el mundo social, y su vocación por seguir en la lucha por la libertad, que al final de cuentas... tiene nombre de mujer.
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